Misionero sin misión
18,00 €
ISBN: 978-84-19340-54-2
ISBN digital: 978-84-19340-55-9
Depósito legal: M-6088-2022
Número de páginas: 248
Formato: 150×230
Autor: Enrique A. Wulff
Biografía:
Enrique Alberto Wulff
Nace en Caracas, Venezuela, donde estudia medicina y cirugía, culminando sus estudios de posgrado en instituciones de Cambridge; Ciudad de México; Houston y Nueva York, entre otras. Posee gran experiencia como misionero seglar en Suramérica, China, Pakistán y África, lugares que le han marcado tanto personal como profesionalmente. En los últimos años ha trabajado en el área de Neurología Geriátrica en la ciudad de Miami. Paralelamente, ha escrito sobre temas diversos que tratan de sumarse al despertar de la conciencia de la humanidad.
Sinopsis:
Esta obra refleja, con franca fidelidad, una experiencia de vida, una apertura al mundo de las ideas y de las ilusiones relacionadas con lo que se entiende por ser misionero. En el caminar de esta experiencia, la realidad va modificando el pensar y el sentir, dejando un extraño aprendizaje de vida lleno de manifestaciones de las calidades, cualidades, esencias y debilidades de las consciencias que van participando. Es un crecer entre la salud, la enfermedad y los conceptos y posibilidades de la medicina, experimentar el arte de dejar ser lo que se es y de balancear lo que uno cree que debe ser. Es un conocer la diversidad en sus idiosincrasias, dejándose inundar de sus contenidos sin permitir que estos nos saquen del camino. Relata esta obra el movimiento en el tiempo de un médico neurólogo que va explorando las extrañas fronteras entre el querer ayudar y el querer ser ayudado, en donde la alopatía y la homeopatía se entrelazan, de tal manera, que pierden noción de las barreras que las limitan. El contacto con las cualidades individuales de personas con culturas variadas a través de países suramericanos, asiáticos y africanos van llevando a este médico neurólogo a entender que la salud y la enfermedad son manifestaciones de la conciencia y no de fuerzas o debilidades de un cuerpo, aprendiendo, en el ínterin, que la sanación no radica tanto en medicinas como en el reconocimiento del potencial que tenemos en nosotros mismos.