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Cómo desarrollar escritura creativa

 

Cómo desarrollar la escritura creativa

Practica con tus historias favoritasCómo desarrollar escritura creativa

Empezar desde cero a escribir una historia de ficción es un reto que a muchos se les hace cuesta arriba. Como consecuencia la gran mayoría tira la toalla al no conseguir encontrar ese algo único sobre lo que escribir.

Cierto es que dar con una buena idea, que sea única y original es casi imposible. ¿Cuántas veces habéis oído eso de “ya está todo inventado”?. Cuando uno empieza a escribir lo más sencillo y productivo es centrarse en algo sencillo, que se parezca a otras cosas y a partir de ahí esforzarse en cómo contarlo e intentar marcar así la diferencia.

Un primer ensayo pudiera ser tomar prestada la trama de una película, serie o incluso de un libro que te haya gustado mucho. Puedes cambiar el rumbo de su historia, hacerles vivir otras aventuras, diseñar unos nuevos escenarios para sus personajes, etc. El caso es que al manejarte con unos protagonistas que conoces seguro que te resulta más fácil llenar páginas.

¿Imaginas un capítulo de Cómo conocí a vuestra madre diez años después? Inténtalo, plásmalo en papel y dáselo a leer a un fan de la serie.

Dibujar

Aunque pueda sonar raro, otro buen modo de empezar a escribir es dibujando. No hace falta que seas un artista, basta con que te defiendas con garabatos. Dibuja si tus protagonistas son chicos o chicas, si son altos o bajos, intenta pintar cómo visten o cómo van peinados. Alrededor de estos básicos dibujos escribe una nube de etiquetas con palabras que les describan y definan.

¿Qué habrás conseguido con esto? Crearte una idea clara de cómo quieres que sean tus personajes.

En el caso de que se trate de una novela histórica también puedes dibujar mapas, incluir ciudades que vayas a nombrar, o rutas que vayan a seguir. Toma nota de las características de dichas ciudades, investiga sobre los barrios que las forman o sobre las edificaciones que en ellas se encuentran.

Escribe en las redes sociales

Las redes sociales juegan un papel muy importante hoy en día y pueden ser una fuente de inspiración. Cada red tiene su propio dialecto y limitación. Twitter por ejemplo tiene una limitación de ciento cuarenta caracteres, así que tienes que ser ingenioso en muy pocas palabras. Esto demuestra que el ingenio no tiene límites. Transmitir un mensaje directo e impactante sin abusar de palabras no es tarea fácil.

En facebook puedes escribir notas más extensas, e incluso intercambiar textos en grupos de escritores y lectores. No te olvides de Instagram, una imagen puede dar mucha fuerza a lo que escribas.

Recupera tu diario

¿Recuerdas cuando en tu adolescencia escribías un diario que escondías con un pequeño candado en un cajón? Ha llegado el momento de que recuperes la vieja costumbre de escribir tu día a día.

Quizá inicialmente te parezca una tontería escribir sobre tus cosas cotidianas, pero nada más lejos de la realidad. No es fácil y sin embargo una vez que lo consigues ganas mucha fluidez a la hora de plasmar hechos en papel. Como has ganado en años y experiencia seguro que tus rutinas diarias esconden más detalles de los que piensas. ¡Manos a la obra!

Practica los diálogos

¿Cómo se aprende a escribir diálogos? ¿Cómo se pone por escrito lo que está pensado para salir por la boca? Hay que redactarlos de tal forma que se escuchen reales al leerlos. Tienen que sonar naturales, no forzados, que no estamos hablando con un robot.

Puedes intentar escuchar a alguien, grabarlo, anotar sus expresiones particulares, la cadencia con la que dice las palabras. Intenta poner sobre el papel el diálogo que estén teniendo los protagonistas de una serie.

Tienes que tener claro que para escribir diálogos hay que tener oído narrativo y eso requiere un cierto entrenamiento.

Encuentra tu propia voz

¿Acaso suena igual la voz cuando lees un artículo de prensa que una noticia del corazón? Tienes que reconocer que cada autor suena en nuestra cabeza de una manera, eso es lo que se llama: su voz.

Ha llegado el momento de encontrar la tuya. Para ello analiza el estilo de otros autores, identifica lo que les hace diferentes y atractivos e intenta aprender de ellos.

Relata una historia muda narrada por viñetas

Imagina tres viñetas. Ahora crea una historia que represente lo que cuentan. ¿Parece fácil? No lo es. Con esta técnica desarrollarás los conceptos de “Presentación”, “Nudo” y “Desenlace”. Poco a poco aumenta el número de viñetas, así irás incrementando la dificultad.