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AUTOR: Carmen Muñoz
LUGAR NACIMIENTO: Zaragoza (Aragón) –
FECHA NACIMIENTO: 1961 –
NACIONALIDAD: Española –
TITULACIÓN: Diplomada en Magisterio –
PROFESIÓN: Técnico especialista en Estética y en Terapias Alternativas –
GÉNERO LITERARIO: Novela, ficción –
OBRAS PUBLICADAS: La conciencia de las mariposas, Veintidós grullas doradas (Ed. Éride),Tío Galo(Editorial Adarve, 2019), Morada Esmeralda (Editorial Adarve, 2020)  –
RECONOCIMIENTOS: Accésit XXIV Premio Internacional de Cuentos Max Aub con su obra La conciencia de las mariposas

Biografía:Carmen Muñoz autora del libro Morada Esmeralda. Editorial Adarve. Publicar un libro

Nace en Zaragoza en 1961 y su primera vocación, desde niña, es ser poeta. Muchos años después se diplomó en Magisterio. Técnico especialista en Estética, su trabajo se ha desarrollado en este campo y en el de las Terapias Alternativas. Autora de relatos, obtuvo el accésit en el XXIV Premio Internacional de Cuentos Max Aub con su obra La conciencia de las mariposas. En colaboración con otros autores, publicó el libro de relatos Veintidós grullas doradas (Ed. Éride). En 2019 publicó su novela Tío Galo con Editorial Adarve. Finalmente, y de la mano de esta misma editorial, sale a la luz esta su nueva novela.

Sinopsis de Morada Esmeralda:

Morada Esmeralda de Carmen Muñoz. Editorial Adarve. Publicar un libroMamajuana había visto destruida dos veces la catedral de Manizales y aún creía que podría verla tambalearse de nuevo antes de morir. Así ocurrió a principios de la década de los sesenta y por eso todos los pobladores de Morada Esmeralda, un cafetal a las afueras de un pueblo pegado a esa ciudad colombiana, subieron a la camioneta para ser testigos del desastre. Mamajuana, la negra matriarca que cultiva su intuición contemplando las volutas de humo de sus cigarros; Quintiliano, el indio reseco que solo dice «tutuyí» desde que se cayó de lo alto de una palma de cera; el tonto y negro Blas, dueño de la perpetua alegría; Benito, negro, bueno e inteligente; Luz Divina, blanca y rubia; Isanza, prima de los anteriores, una mulatita con un nombre demasiado largo para llamarla por él; Gonzalito Bengoechea y su madre, la negra Virtudes; Sócrates, Platón y su mujer, Isabel; la tía Esperanza y el tío Dimi. En ese punto arranca esta historia que nos lleva atrás en el tiempo hasta el momento en que una niña es abandonada a los pies del hospicio y recorre un espacio de, aproximadamente, noventa años en los cuales los personajes tejen la trama de sus vidas, las catedrales se caen y se levantan, los tesoros se encuentran y se pierden y un pasado insospechado se abre paso para llenar huecos y contestar preguntas, casi todas.

 

Cita de la obra:

«Morada Esmeralda era una hacienda dedicada al café. A un lado de la casa, separados de ella, un establo guardaba el ganado y las aves de corral, y un pequeño y fecundo huerto daba apretadas hortalizas y frutas. Al otro lado, se encontraba, algo alejado y medio oculto por unos cuantos árboles espesos, un enorme cobertizo hecho de guadua, planta parecida al bambú, que cobijaba las herramientas y utensilios de trabajo a su sombra, los sacos repletos de grano y la camioneta que traía y llevaba cosechas y personas. Más allá, los germinadores, el almácigo y un pequeño taller donde se guardaba la cera de las palmas. Los chicos no frecuentábamos esos lugares, todos creíamos que en los alrededores se escondía La Vieja Colmillona, una anciana, decían, de pelo enmarañado y pocos dientes que merodeaba por los cafetales y entraba en las cocinas a prepararse un chocolate caliente y coger algunos plátanos». Morada Esmeralda. Editorial Adarve, 2020.