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Errores al escribir una novela

ERRORES CLÁSICOS AL ESCRIBIR UNA NOVELA

Todo escritor comparte algo con los autores consagrados y es que todos tuvieron una primera vez. Partiendo que de enfrentarse a la hoja en blanco no es sencilla, vamos a exponer algunos errores típicos que habría que evitar a toda costa. Empecemos

Error #1: La historia no arranca…

… o arranca a trompicones

Es esencial que el comienzo de la historia enganche al lector.

El autor novel tiene tendencia a recrearse al inicio de la historia contando cómo se despierta el personaje, cómo se calza, cómo se hace el desayuno, cómo divaga o hace la lista de la compra, cómo tras la ducha sale de casa, coge el bus y por fin llega al trabajo. Y así irá describiendo cada detalle hasta que por fin algo relevante le arranque de su mundo ordinario y empiece a vivir extraordinarias peripecias.

Peripecias que el lector no llegará a conocer porque habrá dejado de leer tras una decena de páginas sin atractivo alguno.

A todos nos ha pasado, todos hemos comenzado un libro con muchas ganas y pasadas las primeras páginas hemos desechado la idea de seguir leyendo al no sentirnos enganchados por la trama

Por favor, es importantísimo trabajar el inicio de la historia, ya que no solo va a enganchar al lector, ¡será lo que pueda atrapar al editor!

Hay que dedicar el tiempo que sea necesario a las primeras páginas, ya habrá tiempo para detenerte en los pequeños detalles, pero el arranque del libro no es el momento.

Error #2: Perderse por las ramas

Supongamos superado el Error #1, toca enfrentarse al #2, perderse por las ramas. El autor se entretiene en cada paso, se pierde en largas descripciones, carga la lectura con conversaciones banales y en detalles sin importancia.

A no ser que quieras matar al lector de aburrimiento te aconsejamos que huyas del este error. Un buen comienzo para acabar perdido por las ramas también lleva al abandono de la lectura.

Clásicos ejemplos de este tipo de error son:

  • Recordar una y otra vez el pasado de los personajes sin venir a cuento
  • Introducción excesiva en los pensamientos de los personajes
  • Explicar los sueños ( a no ser que tengan una utilidad práctica y lógica en la historia)

Error #3: Malos muy malos y buenos muy buenos

Los personajes tienen que tener credibilidad, y los malos no pueden ser los más malos del mundo ni los buenos gente sin pecados a sus espaldas ni defecto alguno.

¿Cuántas novelas habéis leído en las que solo existen estos dos polos opuestos de personajes? Demasiadas.

Todo personaje necesita tener virtudes y defectos, tiene que ser creíble.

No olvidemos que no se trata de una lucha entre el bien y el mal, sino de un conflicto de intereses entre personajes antagonistas.

Error #4: Disfrazarse de escritor

Acabas escribiendo como alguien que no eres, escribiendo como se supone que se debería escribir y no como querrías escribir. Has dejado de ser auténtico.

Escribe con coherencia, trabaja tu trama, construye con cuidado tus personajes y elige bien las situaciones que les harás vivir, antes de preocuparte de que el conjunto suene bien.

Claros síntomas de que te has puesto esa máscara o disfraz son:

  • Usas palabras de las que apenas sabes su significado porque no las empleas en tu día a día
  • Demasiadas florituras verbales que restan fluidez al texto
  • Los diálogos son confusos y poco creíbles: al final no se sabe quién dice qué en cada diálogo. Por favor, introduce acotaciones.

Error #5: El miedo (o el bloqueo)

¿Dónde acaba la vida privada y comienza el escritor? ¿Hasta donde tengo que desnudar mis sentimientos? ¿Pensarán los lectores que esto me ha ocurrido a mí?

Tantas preguntas cargadas de miedos escénicos acaban provocando una falta de naturalidad y esto impide que el escritor encuentre su propio estilo literario.

Quizá las escenas más difíciles de escribir son las de sexo, escenas por las que muchas veces se pasa de puntillas cuando quizá el lector desearía conocer un poco más de la intimidad de los personajes. Pero, ¡cuidado!, un exceso de detalles puede pasar de lo sensual a lo pornográfico y quizá tampoco sea eso lo que quieras.

Error #6: Los eufemismos

Siempre es necesario que los personajes digan lo que quieran decir, por eso hay que huir de los eufemismos. Muchas veces se utilizan palabras para no decir otras, excusándose en que así se crea un texto más elegante.

Lo ofensivo no es utilizar determinadas palabras, es el cómo y para qué se utilizan.