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Publicar un libro de ciencia ficción

PUBLICAR UN LIBRO DE CIENCIA FICCIÓN

Claves para una buena edición.

La ciencia ficción es un género en el que los escritores en lengua castellana no han destacado. Este género ha estado tradicionalmente copado por autores en lengua inglesa y francesa que han sabido combinar la fuerza creativa con la madurez argumental. Ya en el siglo pasado, los norteamericanos destinaron fuertes sumas de dinero a llevar al cine obras de ciencia ficción capaces de asombrar a un público ávido de escenas imposibles y escenarios lejanos en el espacio y el tiempo.

Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de afrontar textos de esta naturaleza es la diferencia entre ciencia ficción y fantasía, cosa que muy a menudo los autores confunden y el público también. Las obras de ciencia ficción siempre comportan un correlato científico por leve que sea éste, mientras que en las obras de fantasía el autor se deja llevar por su imaginación creando mundos que nada tienen que ver con el pasado o el presente, centrándose la acción en ámbitos meramente imaginativos.

2001, una odisea en el espacio nos muestra un mundo futuro pero posible basado en los avances astronómicos del momento. Por el contrario, en Narnia lo que apreciamos son seres imposibles del todo, generalmente combinaciones de bestias y hombres. Leones que hablan con una elocuencia supina solo son posibles en las obras de fantasía como la citada y nunca en una novela de ciencia ficción. Lo mismo podemos decir de Harry Potter, el niño mago al al que le sucede de todo en un mundo paralelo al nuestro que se entremezcla con lo cotidiano en ocasiones.

Porque la ciencia ficción siempre tiene algo de posible. Cuando los tripulantes de la nave de carga de Alien, el octavo pasajero se dirigen a los confines de la galaxia lo hacen en una nave muy evolucionada que podrá ser realidad dentro de algunas décadas seguramente. Por el contrario, la magnífica escoba voladora de Potter nunca llegará a colar, por más que los científicos se empeñen. También los dinosaurios de Jurasic Park serán posibles si los científicos siguen tan finos con el ADN de los fósiles y acaban dando con la piedra filosofal de la reconstrucción de estos monstruos que un día vivieron en este planeta. Muy diferente sería el caso de los centauros que en Narnia daban cobertura a la princesa.

La base de la ciencia ficción está en un argumento creíble y que al mismo tiempo sorprenda al lector. Una trama argumental sobre algo que pudiera pasar en algún momento pero que se encuentra lejos de nuestros parámetros de realidad actuales. Otra cosa bien distinta es abordar una trama actual en un ámbito distinto. Son frecuentes las obras de falsa ciencia ficción en las que tiene lugar una trama idéntica a la que tendría lugar aquí y ahora solo que a doscientos mil años luz y en una nave extraña. No, la ciencia ficción debe comportar una trama distinta en un tiempo distinto con un escenario distinto. Un ejemplo sería la de un juicio en medio de la galaxia que tiene lugar en una nave espacial después de que un tripulante haya matado a un compañero por cuestiones de orden económico o por celos. Esto mismo podría haber tenido lugar en este momento, sin estar rodeados de asteroides ni ir vestidos con ridículos trajes espaciales.

Estamos, pues, ante un género distinto, difícil de abordar por lo contundente que debe ser el argumento para que el autor se lo crea al tiempo que le sorprende. Así que ya lo sabes, acepta el reto y adelante.