Miriam Martins, medio camino entre Madrid y Puebla de Sanabria, 1994.
Utilizo la poesía para vomitar lo que me queda dentro: la rabia, el miedo, el dolor y la felicidad. No veo otra forma de estar viva. por eso mismo escribo: para seguir adelante y tener cada día mis ideas más claras. Para tener cada día menos miedo. Para ser cada día más yo.
Sinopsis de Mañana fuimos domingo
Hay Luchas. Porque se lucha en plural. En singular es apenas una pelea contra los espejos que tienen la memoria intacta y la pésima intención de impedirnos olvidar. No es fácil ser poeta en estos tiempos. Y más difícil es ser mujer. Miriam Martins lo sabe y se atreve con ambas tareas armada de poemas que curan y que matan.